Considero que esta propuesta es innovadora al utilizar de nuevo el juego como mecanismo de aprendizaje de la materia que se aborda. Esto puede favorecer una educación más activa y una formación más práctica para el alumno.
Ofrece casos prácticos de la vida real, lo que favorece a que el alumno se ubique y sepa de qué se está hablando y además, es interesante porque no solamente se queda en ese lado práctico de la probabilidad, sino que hace una traslación inmediata al lado teórico de la misma.
En cada una de las actividades hay una definición teórica relativa a cada uno de los apartados que trata y permitiendo trasladar directamente lo expuesto al plano práctico de la materia. De esta forma el alumno asimila mucho mejor el conocimiento y los concepto adquiridos con esta metodología.
Esta posibilidad de elegir entre distintas opciones, es la que le permite al alumno convertir "el proceso" de trabajo en "objeto de aprendizaje"; de esta forma se está enseñando a mejorar las estrategias de utilización de los recursos y a hacerlo de manera creativa, imaginativa y original.
Admite la toma de decisiones del alumnado en torno a su propio proceso de aprendizaje y por tanto se trata de la forma más apropiada para trabajar el uso los recursos educativos y, entre ellos el de las tecnologías.
Este papel activo por parte del alumno se complementa con un papel por parte del profesorado diferente al tradicional, se ocupa menos de transmitir conocimientos y, en su lugar, puede mediar en los procesos de aprendizaje. De esta manera ayuda a los estudiantes a utilizar de forma estratégica y creativa los recursos a su alcance.
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